Ya desde el año pasado, el movimiento de inversiones en el segmento de oficinas estuvo retraído en cuanto a alquileres, a diferencia de la compra, sobre todo en las zonas con nuevos desarrollos constructivos.
El acomodamiento de los alquileres a la gran inyección de locales en espera de mejores condiciones de venta permitió sostener la cantidad de operatorias más o menos estables.
Los valores de alquiler no eran los mejores, pero la operatoria al ser en pesos, fue más accesible que acceder, por el mismo valor, a compra, como se daba durante las épocas de acceso a créditos bancarios, que su vez estaban relacionados con el mantenimiento del recurso en dólares.
Equilibrar el nivel entre renta y compra, llevará su tiempo, indican los analistas del sector inmobiliario.
La tendencia alcista, que viene desde el año pasado, sobre todo a fines del 2015, muestra interesantes movimientos en la zona sur e incluso en la zona norte, fuera cercana al cono urbano.
En la zona sur, con un mejor precio de metros cuadrados, menor distancia con buen diseño de accesos en el transporte y la mudanza de empresas al distrito tecnológico sur, generó un sesgo en la concreción de operaciones de en venta de oficinas comerciales.
Desde la inmobiliaria Mazzei, firma que desarrolla el polo urbano en zona sur, con oficinas en Canning, y sucursales en el área de influencia, San Vicente, Casuarinas; indica que la inclusión de oficinas comerciales en los emprendimientos son una necesidad que surgió de las propias consultas de los clientes, a pesar de la incertidumbre respecto al precio, ya que el problema cambiario generó una vacilación en el monto adecuado, había dudas sobre el precio de venta, en tanto la duda nace en el costo de la construcción en el futuro.
La situación en Argentina desafió los pronósticos de cualquier escuela de negocios, la reacción en el sector fue tan inesperada como que compartió destino con problemas internacionales, en el mismo sector, con iguales bajas en las operaciones y una fuente de negocios para inversionistas que se vieron inundados de oportunidades, ahora con proyección global.
Las que mejor campearon la situación, son los que se animaron a las grandes inversiones que podían parcializar en muchas pequeñas a la hora de la comercialización, comenzando con las cocheras, y agotado ese recurso, las oficinas comerciales vinieron a convocar el apoyo del inversionista menor.
Las expectativas son superiores a los resultados, pero sin unas no existirían las otras, lo importante es que las operatorias continúan la tendencia alcista, y que por el contrario de lo usual, el inversor mayorista no se quiere quedar a afuera de las muchas oportunidades que ofrecen los nuevos desarrollos constructivos, que apoyados con modelos de financiamiento de pozo, con mejores precios, competitivos a nivel internacional, motivan e impulsan al mercado inmobiliario.
En la zona sur, una importante concentración de negocios que se amplía al área industrial, con la comercialización de naves industriales, aporta al proceso con una relevancia importante para el desarrollo urbano.
El mayor crecimiento en las operatorias se ha dado en término de construcciones y financiamiento en Pozo, el repunte de ventas muestra que la situación de pesificación de las operatorias no significó una pérdida del valor inmueble.
La realidad es que el real estate se recupera, el piso del año pasado fue superado y de cara al cierre de una mayor cantidad de cierre en las operaciones, los lanzamientos constructivos, el final de emprendimientos en barrios y nuevos propósitos financieros inyectan de optimismo al sector.
Cartón resistente, una idea de un diseñador chino que promete ingresar en el mercado de decoración de interiores, industria del mueble y otras opciones.
La burbuja inmobiliaria provoca efectos secundarios, cualquiera con una propiedad arma un sitio para atendión turística sin tener la menor idea de cómo se lleva adelante un servicio de hotel.